Medida de la frecuencia e intensidad con la que varía el precio de un activo. Generalmente se toma como referencia un valor medio a partir del cual se evalúan las variaciones con respecto a ese valor. También conocida como desviación estándar típica, mide cuánto se ha desviado la rentabilidad de un activo respecto a su media histórica; así cuando la volatilidad es alta indica que las rentabilidades han experimentado fuertes variaciones y si es baja, refleja que dichas rentabilidades han sido más estables en el tiempo.