Proceso de toma de decisiones que parte de las variables más globales para ir descendiendo progresivamente hasta las más específicas o concretas, las cuales son redefinidas con mayor detalle. Por ejemplo, al aplicar este proceso en la gestión del patrimonio, se establecerían objetivos más concretos como mantener el nivel de vida, satisfacer imprevistos, educación de los hijos, jubilación, dinero intergeneracional etc., logrando tener soluciones específicas para cada una de estas necesidades. En el lado opuesto (bottom-up), el proceso se basa en seleccionar y coleccionar variables concretas que posteriormente se utilizan para completar una necesidad global. (Véase concepto de bottom-up).