Cualquier título negociable representativo de una deuda, ya sea de una entidad pública o de una entidad privada, que ofrecen una rentabilidad fija, aunque el cobro del principal (dinero prestado) o intereses no esté asegurado. Dentro de la renta fija podemos diferenciar en función de su vencimiento los bonos, obligaciones, certificados de depósito, pagarés y letras del tesoro, y en función de su calidad crediticia entre grado de inversión y grado especulativo (high yield). Al considerarse una inversión más segura que otras, su rentabilidad suele ser inferior a la renta variable, siempre en función de la fluctuación de los mercados.