Sistema mediante el cual las agencias de calificación valoran la solvencia crediticia de un emisor o de una emisión en particular. El rating crediticio otorgado repercutirá en las condiciones que tendrán que ofrecer los emisores (empresas privadas, gobiernos u organismos públicos) para lograr colocar sus emisiones. Cuanto menor es el rating, menor es la capacidad para satisfacer la deuda y por tanto mayores tendrán que ser los intereses ofrecidos para que los inversores suscriban sus emisiones. Las principales agencias de calificación son Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch. Se puede clasificar entre grado de inversión (alta calidad crediticia) y grado especulativo (baja calidad crediticia, también llamados “bonos basura”).