Modalidad de gestión de carteras con la que se pretende obtener una rentabilidad equivalente a la del índice o índices de referencia, mediante una cartera compuesta por los activos del índice (réplica física) o mediante el uso de derivados (réplica sintética). Se trata de la estrategia más sencilla y con menor coste y riesgo ya que supone invertir exactamente como el mercado en el que se quiera tener exposición, a través de productos que siguen dicho mercado (ETF o fondo indexado).